El poder del Espíritu Santo ha dado al verdadero creyente la capacidad de producir un fruto divino en un mundo terrenal, pero la naturaleza pecaminosa resiste a ser controlada por el Espíritu Santo por eso el creyente genuino vive cada día dependiendo de la Cruz de Cristo y predicándose el evangelio.
Al final del mensaje le invita ver el parte 2 de este video empezando en el minuto 30:50 en este sitio:
Preparación para la Cena del Señor
El pecado ha contaminado cada parte del ser humano, desde los afectos, los pensamientos y las acciones que reflejan constantemente las obras de la carne, pero a la vez revela nuestra gran necesidad de vivir en Él Espíritu.
La vida espiritual sólida y victoriosa no es un concepto idealizado más bien es una práctica demandada por la libertad que se nos ha otorgado por medio de la gracia de nuestro Señor Jesucristo y el poder del Espíritu Santo.