Examinar a la luz de este pasaje la forma en la que apóstol Pablo nos enseña el qué es lo que produce la vida Cristiana y el cómo se vive la vida controlada por el Espíritu.
El poder del Espíritu Santo ha dado al verdadero creyente la capacidad de producir un fruto divino en un mundo terrenal, pero la naturaleza pecaminosa resiste a ser controlada por el Espíritu Santo por eso el creyente genuino vive cada día dependiendo de la Cruz de Cristo y predicándose el evangelio.
El pecado ha contaminado cada parte del ser humano, desde los afectos, los pensamientos y las acciones que reflejan constantemente las obras de la carne, pero a la vez revela nuestra gran necesidad de vivir en Él Espíritu.
La vida espiritual sólida y victoriosa no es un concepto idealizado más bien es una práctica demandada por la libertad que se nos ha otorgado por medio de la gracia de nuestro Señor Jesucristo y el poder del Espíritu Santo.
La redención que Cristo ha dado, coloca al creyente en una libertad completa y total, no hay nada de lo que no nos haya libertado, por eso el creyente debe responder viviendo como es digno de dicha libertad.
La iglesia siempre enfrentará los peligros del legalismo, pero el poder de Cristo es suficiente para asegurar que los verdaderos creyentes jamás serán apartados de la verdad pura a pesar de los embates del engaño seductor.
LIBERTAD VERDADERA Gálatas 5:1 Pastor Luis Berlay Zepeda S. Proposición: Porque el ser humano busca constantemente refugiarse en rituales o prácticas religiosas para ser agradables delante de Dios, el creyente verdadero debe ver en la obra de Cristo la libertad verdadera que nos hace libres del poder del pecado para vivir una vida que glorifique […]